La industria de productos del mar siempre ha enfrentado desafíos, y hoy parecen aumentar a nivel mundial: presión sobre los márgenes, más regulaciones. ¿Cuáles considera que son los principales desafíos para el sector pesquero en Perú?
Los desafíos en esta industria no son nuevos. Pero hoy en día hay más presión sobre los procesadores y exportadores como Perú Frost, debido a la variabilidad climática, los cambios en las normativas pesqueras, la informalidad en ciertas cadenas de suministro y la necesidad de inversión tecnológica en muchas plantas de procesamiento.
Mencionó las regulaciones pesqueras. ¿Existen normativas o certificaciones específicas que afecten su producción y exportaciones?
Sí. Existen certificaciones sanitarias, de sostenibilidad y de trazabilidad exigidas por los mercados internacionales, como HACCP, BRC y certificaciones de pesca responsable, todas ellas estrictamente cumplidas en Perú Frost.
Esto sin duda influye positivamente en la percepción de sus productos por parte de los clientes.
Muy positivamente. Nuestros productos son reconocidos por su calidad, frescura y origen sostenible, especialmente en Asia y Europa, donde los clientes valoran mucho la trazabilidad y la responsabilidad ambiental.
Con todos estos desafíos en el sector, ¿qué estaban buscando cuando encontraron a JBT Marel?
Procesamos una variedad de productos del mar: merluza, pota gigante (calamar Humboldt), vieiras y Mahi Mahi. En el caso de la merluza, procesamos un volumen significativo que representa el 11 % de la cuota nacional de este recurso.
En ese momento, teníamos procesos manuales con mayores márgenes de error, ineficiencias en la clasificación y el fileteado, y tiempos de procesamiento más largos.
Conocimos a JBT Marel a través de ferias internacionales, recomendaciones del sector y referencias de otras plantas líderes a nivel mundial.
Fue la combinación de precisión, tecnología avanzada, soporte técnico y reputación internacional de la marca lo que nos llevó a elegir a JBT Marel como socio.