"Ya no lo llamamos agua sucia. Lo único es que no podemos beberla".
Efren Martinez
presidente y director del consejo de administración de May Harvest Corporation
"Cuando pusimos en marcha esta planta en 1997, ya teníamos nuestra propia instalación de tratamiento de aguas de pequeño tamaño. En aquel momento teníamos mucha capacidad, pero tras ampliar nuestra planta de procesamiento de 6.000 a 10.000 aph [de 100 a 166 apm], el volumen de aguas residuales aumentó considerablemente. Por esa razón, necesitábamos capacidad adicional. Pedimos a Marel que nos mostrara una instalación en funcionamiento de este tamaño en Europa y Mike Jansen (Gerente de Ventas Industriales de Marel Water) nos invitó a ver una planta de tratamiento de aguas residuales en Países Bajos. Esto nos convenció para asociarnos con Marel. Ahora nuestro sistema de tratamiento de aguas está diseñado para 10.000 aves".
El Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Filipinas exige que todas las fábricas, sobre todo las manufactureras, tengan una planta de tratamiento de aguas residuales. "Pero, son muy pocas las empresas con capacidad para cumplir esta normativa. Creo que somos la primera y única empresa de Filipinas que gestiona una planta de tratamiento de aguas de este tipo siguiendo las normas de forma estricta".
John Fuentes, director del proyecto de May Harvest, afirma: "Afortunadamente, nuestro presidente tuvo la previsión de instalar una gran cuenca de aireación de inmediato. Con un volumen de unos 6.000 metros cúbicos, no fue necesario reconstruirla. Sobre la base de nuestro sistema existente, instalamos dos cribas curvas, un tanque de ecualización, una instalación de pretratamiento con una unidad de flotación por aire disuelto (DAF) y un nuevo clarificador.
Para el suministro de agua, May Harvest bombea agua de su propio pozo de agua de manantial. Pero, la empresa está dispuesta a reducir el consumo agua. El gobierno no lo exige, pero es una prioridad de la empresa. May Harvest es realmente una empresa de primera línea a este respecto. "Hasta ahora, hemos podido reducir nuestras necesidades de agua por ave de 18 litros a 12. Al reciclar nuestras aguas residuales, podremos incluso reducirlas a 10 o 9 litros por ave. Ese es nuestro objetivo", dice Efrén Martínez.
John Fuentes añade: "El agua de la cuenca de aireación tiene un color marrón, que es señal de que hay bacterias muy saludables que limpian nuestra agua. De hecho, tenemos peces nadando en nuestro clarificador. Queremos mostrar a nuestros visitantes la alta calidad de nuestras aguas tratadas, y que los peces pueden vivir en el agua que tratamos. Si pueden sobrevivir, significa que nuestro sistema está funcionando. De hecho, ya no la llamamos agua sucia. Lo único es que no podemos beberla".
"Estamos reciclando el agua para regar los campos de arroz justo al lado de nuestras instalaciones. También la estamos bombeando a algunas zonas sucias de la fábrica, para limpiar los suelos, las cocheras y los neumáticos de los camiones. Estamos reutilizando el 30 % del agua total que tratamos. El otro 70% se vierte a un arroyo bastante contaminado. Estamos rodeados de otras granjas locales que vierten subproductos animales en el mismo arroyo. Tomamos muestras de agua antes y después de nuestra planta para demostrar que nuestros volúmenes de agua vertida realmente diluyen la contaminación y limpian el arroyo".
"Ya no lo llamamos agua sucia. Lo único es que no podemos beberla".
Efren Martinez
presidente y director del consejo de administración de May Harvest Corporation
A pesar de los confinamientos en Filipinas por la pandemia de Covid-19, la construcción continuó. Sin embargo, lo más difícil fue la ausencia de los técnicos extranjeros de Marel. "Pero, encontramos una forma de trabajar muy beneficiosa para ambas partes. Teníamos reuniones virtuales cada dos días y podíamos comunicarnos de forma transparente con imágenes y vídeos. Podíamos hacer o enviar preguntas, seguidas de respuestas realmente rápidas de Marel. Al final, un técnico de Marel consiguió venir a vernos y solamente tardó dos semanas en poner en marcha todo el sistema", dice Efrén Martínez.
"El proceso de construcción se desarrolló sin problemas, sin ningún retraso, a pesar de los tifones y otras inclemencias del tiempo. En ocho meses pudimos construir todo. Incluso, logramos mantener nuestros sistemas de procesamiento existentes en uso durante la construcción. Todo esto solamente ha sido posible gracias a los esfuerzos de nuestro personal y al apoyo a distancia de Marel, que realmente agradecemos".
company website: mayharvestcorp.com
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