Transferencia de conocimientos
El equipo era totalmente nuevo para las instalaciones de Saint-Damase, por lo que la formación impartida por el equipo de Marel supuso una prioridad. Desde los operadores, hasta el mantenimiento y la producción, la transferencia de conocimientos era fundamental. Contar con técnicos y un director de proyecto que hablara francés fue una gran ayuda. "Todo fue muy bien, estuvo organizado y se realizó según los plazos establecidos", dice Jodoin. La puesta en marcha de la línea se realizó en septiembre de 2021 y Olymel asignó tres cuartas partes de la plantilla para ese fin; era imprescindible hacerlo bien. Pasaron unos meses y ahora Olymel tiene la línea funcionando casi a plena capacidad .
Retos laborales
Como todo el mundo, Olymel también se enfrenta a retos laborales. La ampliación de las instalaciones requirió contratar a 80 personas más, pero la automatización de esta línea les ahorró costes de personal. "Sin la RoboBatcher, habríamos tenido que contratar a 20 personas más", comenta Jodoin. El ahorro de mano de obra también se puede observar con las soluciones semiautomáticas de fileteado de pechugas con hueso AMF-i, frente a una solución manual de línea de conos.
Cada minuto cuenta
“Esperamos que Marel se adapte a nuestras necesidades y se ajuste a nuestros planes. Ha sido un bonito proyecto para Olymel y Marel”, continúa Jodoin. “Que un proveedor comprenda que cada minuto cuenta es importante. Que estén fácilmente localizables y que escuchen nuestras necesidades y nos ayuden a conseguir nuestros objetivos son aspectos importantes. Y nos alegramos de haberlo encontrado en Marel. En Olymel, miramos los números y estamos muy satisfechos de lo que hemos hecho con Marel y de la asociación que hemos formado.”