Un ejemplo claro es la planta de procesado avícola de Mazzraty en Qatar, equipada con un sistema de gestión del agua muy bien planificado. La planta está diseñada para no desperdiciar o dejar atrás materiales residuales de antes, durante o después del procesado. Mazzraty se beneficia de este ciclo reutilizando como agua de riego para los campos cercanos aguas residuales limpias.
La carne de ave es realmente la proteína del futuro, porque sus emisiones de CO2 son naturalmente bajas. Otra razón es que la producción de pollo necesita muchos menos recursos, como fertilizantes y superficie de terreno.
El agua no se pierde
Otras cifras también evidencian que la carne de ave es una fuente de proteínas sostenible. Un estudio de la Fundación Bill y Melinda Gates confirmó que los pollos también eran mucho más eficientes con respecto al agua. Con 2.000 litros de agua para producir 1 kilo de carne de pollo, esto supone que la producción de pollos utiliza una cantidad de agua mucho más modesta. Solo como comparación, 1 kilo de chocolate necesita 17.000 litros de agua. Sin embargo, el ‘uso del agua’ no significa que el agua se ‘pierda’. Se dispone de opciones de reciclaje para tratar el agua y poder reutilizarla. La industria avícola ha ideado soluciones para esto.