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Los sólidos de mayor tamaño pueden representar una fracción importante de la carga total de contaminación. Pueden bloquear partes importantes del tratamiento de aguas residuales y pueden disolverse rápidamente, dificultando su eliminación de las aguas residuales. Por esta razón, se aplica un tamiz para eliminar los sólidos más grandes del agua.
Este tamiz tiene capacidad de autolimpieza, lo que reduce su necesidad de limpieza diaria. La capacidad de autolimpieza es el resultado de la forma de las ranuras del tamiz. La placa de la cribado es ligeramente curvada y está formada por alambres de forma triangular que han sido soldados sobre varillas de soporte. La distancia entre los cables es menor en el exterior y mayor en el interior. La forma triangular hace que sea muy difícil de bloquear.