Las organizaciones están obligadas a asegurar que cualquier agua residual que ellas produzcan pueda descargarse en las alcantarillas sin efectos adversos. Las partículas gruesas y las grasas pueden atascar las alcantarillas, lo que afecta a los hogares y otros negocios que descarguen en la misma alcantarilla. Los costes de la limpieza normalmente son cubiertos por la parte que provoca el problema inicial.
Se deben tomar medidas mínimas para evitar que los sistemas de alcantarillado se atasquen. Estas medidas van desde el uso de cestas filtrantes en el proceso de producción en combinación con una trampa de grasa estática básica hasta sistemas mecánicos que eliminan entre el 60% y el 80% de los contaminantes.