Solución ideal
La adopción de esta nueva tecnología permitió que la planta estandarizara los cortes para la producción posterior de productos procesados, como el jamón. Facilitó la separación de músculos más grandes, como el cuadril, la nalga, la carnaza cuadrada, la tortuguita y la bola de lomo. Esto facilitó la eliminación de la grasa sin afectar el rendimiento del jamón, manteniendo los estándares más rigurosos de seguridad alimentaria e higiene.
"A través del proceso manual, no podíamos alcanzar el rendimiento de jamón que tenemos hoy", afirma Vargas. "Como no hay manipulación y el corte no se realiza sobre la mesa, eliminamos el riesgo de contaminación bacteriana", agrega.
La facilidad de operación del sistema contribuyó a que la planta ya no tuviera problemas para contratar mano de obra especializada, eliminando la necesidad de encontrar un deshuesador dedicado. Vargas afirma: "Desde la instalación de DeboFlex en la planta de Santo Ângelo, realizamos múltiples pruebas, posición por posición, con los empleados del sector. Con esfuerzo reducido y operaciones simplificadas, las actividades pueden ser realizadas por casi cualquier persona. Tenemos esa flexibilidad fantástica que también facilita la contratación de mano de obra para la planta". Menciona que la capacidad de realizar tareas simplificadas en cada posición permite que un nuevo operador alcance el ritmo de trabajo de los empleados experimentados en pocas horas. "Si no fuera por este sistema, ciertamente habríamos retrasado nuestros pedidos de producción en un momento de aumento de la demanda", concluye.