La cadena de supermercados número uno de Paraná, el Grupo Muffato, que se encuentra entre los minoristas más grandes del país, inició una nueva era en tecnología de seguridad y procesamiento de alimentos en junio de este año. Equipado con líneas automatizadas de Marel, Muffato Foods fue inaugurado en Cambé (PR) como uno de los centros de procesamiento de alimentos más modernos de Paraná.
En esta primera fase, se invirtieron R$ 170 millones en infraestructura y tecnología en la unidad de 21.000 m², dedicada a la proteína animal, con capacidad para deshuesar 100 canales de bovino por hora. La inversión, que generó 650 empleos directos, aumenta la disponibilidad y la variedad de carne fresca, estandarizada y de alta calidad para sus 80 establecimientos.
Se eligió a Marel para proporcionar las soluciones de producción automatizadas e integradas y el sistema de trazabilidad en toda la línea, desde la entrada de la carcasa hasta el pesaje del producto terminado. El proyecto combina equipos del portafolio de Sulmaq y de Marel: línea de recepción de canales de bovinos, porcinos y ovinos, sistema de corte de canales, cámaras de enfriamiento, línea de deshuesado eficiente y automatizada y empaque secundario para todas las líneas de productos, sistema de pesaje automático y línea de porcionado controlado, que incluye la porcionadora V-Cut 240. La línea de porcionado de vacuno y cerdo opera con capacidad para procesar 600 kg de filetes y chuletas de cerdo por hora.
“El objetivo de la inversión fue estandarizar nuestros productos, controlar costos, aumentar la vida útil y, sobre todo, garantizar la calidad del producto que llega a la mesa de nuestros clientes”, señala el superintendente de Muffato Foods, Noroli do Nascimento, quien está satisfecho con los resultados iniciales. Él cree que el equipo y el software comprados a Marel son esenciales para satisfacer las demandas de los clientes que buscan una experiencia de compra segura y positiva.
Además de aumentar la productividad, las soluciones de Marel ofrecen calidad y seguridad en todos los aspectos de la producción. “Además de la seguridad de los alimentos, garantizamos, con esta inversión, la seguridad de los profesionales que trabajan en la fábrica”, añade. El superintendente también destaca la importancia de los equipos conectados, que permiten el seguimiento y control de las operaciones por sectores, de forma instantánea y remota. Principalmente en el procesamiento secundario y el deshuesado, esta funcionalidad permite el control en línea de la productividad, lo que permite el acceso a los datos de las operaciones y la trazabilidad.