"Durante la ampliación del matadero de Chapecó, también buscamos un proveedor de una solución de tratamiento de aguas residuales que pudiera ofrecer un sistema que respaldara nuestros planes de crecimiento. Lo encontramos en Marel y también entendimos de inmediato que su rendimiento sería muy superior al del sistema existente", afirma Luciana Frassetto de Campos Breda, ingeniera sanitaria de Aurora Alimentos.
El tratamiento adecuado de las aguas residuales es una preocupación creciente entre las empresas del sector de procesamiento de carnes. Esto se debe a que el sacrificio de cerdos requiere una gran cantidad de agua, que debe verterse. Las aguas residuales contienen sangre, grasa, excrementos, fragmentos de tejidos y otras sustancias orgánicas que, si se descargan sin tratar en el entorno, contaminarán los recursos hídricos superficiales y subterráneos. Hasta la llegada del nuevo proyecto, em Chapeco Aurora Alimentos se trabajaba com un sistema de tratamiento de agua que utilizaba un sistema de laguna de estabilización aireada para tratar los efluentes. Sin embargo, tenían que pensar en una alternativa que optimizara el espacio terrestre dedicado al tratamiento de las aguas. Además, Aurora alimentos debía cumplir los requisitos medioambientales para eliminar el nitrógeno como condición para descargar las aguas tratadas de vuelta al lecho del río. "De hecho, necesitábamos un sistema más pequeño, pero más eficiente y con mayor control en todas las fases", afirma Luciana Breda.