A lo largo de los años, el tratamiento de las aguas residuales se ha convertido en un componente vital de la configuración general de las plantas de procesamiento avícola. A medida que aumenta la importancia de la protección del medio ambiente, la normativa gubernamental en materia de gestión de residuos se ha vuelto más estricta. Por esta razón, el tratamiento de las aguas residuales ha pasado de ser una preocupación periférica al final de la tubería a un aspecto esencial en la planificación de las instalaciones de procesamiento avícola.
Eric Nab, Director de Ventas Industriales de Marel Water Treatment, nos habla del pasado. "En los años 90, el tratamiento del agua se consideraba normalmente una solución de final de tubería. Por aquel entonces, se daba prioridad a las decisiones sobre las líneas de procesamiento y, solamente al final, se discutía y se zanjaba rápidamente el asunto de las aguas residuales. La alta dirección de una empresa se interesaba sobre todo por los equipos de procesamiento avícola, porque era ahí donde se ganaba dinero. El tratamiento del agua, junto con el aprovechamiento, las conexiones de energía y el suministro de agua limpia se percibían como detalles que debían ser gestionados por personal de nivel inferior. No en vano, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales y de extracción de grasas se encuentran siempre en la parte trasera de las fábricas. Sin embargo, en los últimos 30 años, el papel del tratamiento de las aguas residuales ha evolucionado significativamente".
En el panorama actual, el tratamiento del agua se ha convertido también en un tema importante para la alta dirección de las empresas avícolas. No en vano, las plantas de procesamiento con capacidades considerables, como 2 x 15.000 aph, consumen una cantidad considerable de agua y generan importantes aguas residuales. La importancia del tratamiento del agua repercute en el panorama empresarial global.
Eric Nab prosigue: "Las estrictas normativas gubernamentales subrayan la preocupación medioambiental de la industria avícola. Si no se gestionan adecuadamente las aguas residuales, no sólo pone en peligro la inversión en la planta de procesamiento, sino también supone un riesgo para la reputación de la empresa. En el mercado actual, cada día son más los consumidores que prefieren comprar a empresas que dan prioridad a las prácticas sostenibles. Del mismo modo, las personas que buscan empleo tienden a favorecer a las organizaciones comprometidas con la responsabilidad sostenible. Todo ello hace absolutamente necesario que las empresas aborden las cuestiones medioambientales. En consecuencia, a la luz de estas consideraciones, el tratamiento de las aguas residuales se ha convertido en una preocupación esencial para las empresas avícolas".
Dada la escasez de agua en muchos lugares del mundo, el tratamiento de las aguas residuales ya no es una solución de final de proceso. Cada vez más procesadores avícolas hablan de la reutilización del agua. "Quieren reutilizar el agua para agua de alimentación, torres de refrigeración, limpieza, riego, pero también para elevar la calidad a agua potable y devolverla al proceso alimentario. De este modo, el tratamiento del agua pasa de ser una solución del final de la tubería directamente al corazón del proceso"
Una planta de procesamiento de este tipo produce 7.500 litros cúbicos de aguas residuales al día, es decir, la misma cantidad que una ciudad pequeña.
Eric Nab
Director de Ventas Industriales, Marel Water Treatment
El crecimiento de la capacidad en los últimos 10 a 15 años ha dado lugar a fábricas de 2x 15.000 aph, que trabajan en dos turnos. "Una planta de procesamiento de este tipo produce 7.500 litros cúbicos de aguas residuales al día, es decir, la misma cantidad que una pequeña ciudad de los Países Bajos de 50.000 habitantes. Pero la contaminación del agua es 10 veces peor que la que produce esta ciudad. Así que si algo va mal, toda la zona se resentirá. Y toda la inversión puede peligrar, porque si ese tipo de contaminación llega a esa área, la fábrica cerrará. Conscientes del impacto de una posible mala elección, los directivos de las fábricas no dudan a la hora de instalar una solución segura y eficaz para las aguas residuales".
El tratamiento del agua es cada vez más vital para los procesadores, y Marel puede ofrecerles un excelente apoyo a este respecto. Los procesadores pueden beneficiarse de la perfecta integración entre las instalaciones de procesamiento y los sistemas de tratamiento de aguas de Marel, que ofrecen soluciones integrales. "Sin ninguna duda, se puede confiar a Marel la importante responsabilidad de un sistema de tratamiento de aguas seguro y sólido, poniéndolo en las mismas manos que el equipo de procesamiento. Con Marel como socio de confianza, el tratamiento del agua se convertirá en parte integral de la configuración global", concluye Eric Nab.
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