Una vez que los productos han sido desplumados y eviscerados, deben enfriarse. El proceso utilizado dependerá de la forma en que se vayan a llevar al mercado. Si son frescos, se enfriarán por aire en un túnel de enfriamiento; si son congelados, serán enfriados por agua en una enfriadora de tornillo a contracorriente. Las enfriadoras de tornillo son modulares y pueden ampliarse fácilmente.
Una vez enfriados, los productos se clasifican, se pesan y se envasan. Algunos productos se cortarán en porciones.
Inicialmente, la mayoría de las operaciones se llevarán a cabo manualmente en estaciones de trabajo equipadas con básculas y bolsas u otras ayudas de envasado. En esta etapa, la principal tarea del proveedor de los equipos será asesorar sobre la buena disposición de la sala de envasado. Los productos deben moverse con inteligencia por la zona hasta la cámara frigorífica y no permitir que se acumulen en acumuladores, tan innecesarios como no deseados.
A medida que se incrementan los rendimientos por hora, los procesadores se graduarán a través de clasificadores de cinta, como la Clasificadora compacta, a una línea de selección y distribución dedicada, donde los productos enteros se clasifican, se pesan y se distribuyen automáticamente según los programas establecidos por la dirección. Otra ventaja de este sistema es que proporciona información valiosa sobre el peso individual y el grado de calidad de cada producto manipulado.